Mi Estrella

06.03.2019

Este texto es un tanto más personal, y más largo, y bastante más sentimental, pero es, al fin y al cabo, un cierre que necesitaba tener y plasmar por escrito. Espero lo entiendan y les guste

La noche de ayer me invitó a tirarme al pasto a mirar las estrellas.

Y, entre canciones y pensamientos, una estrella me llamó la atención. No era la más grande y definitivamente tampoco la más brillante. Pero estaba ahí, arriba mío. Y me llamaba. Y supe, en ese momento, que no estaba sola.

Y no sé si es el hecho que estoy más espiritual últimamente, más meditadora, o un poquito más loca, pero sentí que estabas a mí lado metafóricamente. En realidad, estabas en el cielo, mirándome y cuidandome como lo haces desde hace un año.

Y le sonreí al cielo, porque lo sentí, y así lo quise. Y me acordé de tu vida, en realidad de nuestra vida. De la hermosa vida que tuve como tu nieta. Y, más allá de tu nieta, tu amiga.

Sentí que somos y vamos a ser amigas durante toda la vida. Y guarde ese sentimiento muy adentro mío, para protegerlo de las erosiones de la memoria y el olvido. Ese sentimiento del que me aferré tantas veces cuando no veia nada más que vacío y soledad. 

Ese sentimiento que me empuja todos los días a pararme orgullosa de todo, y a dar mí todo. Porque sé que, si alguna vez llegase a caer, vas a estar ahí para evitar que la caida duela. Porque vamos a estar juntas para siempre, de eso no me voy a preocupar. Como tampoco dudar que estás a mí lado incluso si lo siento o no.

Porque nada termino, y sé que en algún momento nos vamos a volver a encontrar.
Así que te encontré en las estrellas anoche, bailando con la luz de la luna. Y sentí tu voz disfrazada en el latido de mí corazón. Y eso me hizo feliz, porque se que me estás mirando constantemente, y esperando que el amor nos encuentre.

Y si te necesito, solo te busco y te encuentro en el viento, y a veces pienso, muy en el fondo de mí cabeza, que me escuchas. Y no te voy a decir que no te necesito a una llamada de distancia como siempre estuviste.

Aunque es verdad que la Sol de cinco años y dos colitas va a extrañar que la pases a buscar por el instituto para comer yogurt con cereales. Y que la Sol que recién empieza a viajar en colectivo va a extrañar el típico "pone la cartera adelante para que no te la roben". También que la Sol complice va a extrañar las salidas al burger king secretas, y el "no le digas nada al abuelo". Y también es verdad que te voy a extrañar toda una vida.

Pero anoche sentí paz mirando a esa estrella. Y no era la más grande ni brillante.


Pero para mí era la que más brillaba. 


- Sol Brotzman.  

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